La
anestesia significa sin sensibilidad, la cual se alcanza alterando el nivel de conciencia
del paciente o interrumpiendo las vías nerviosas que transmite las sensaciones.
Los objetivos son producir analgesia, sedación o relajación muscular, estos
efectos
se provocan en forma aislada o combinada según el procedimiento
quirúrgico que se va a realizar al paciente, así como para controlar el sistema
nervioso autónomo.
Anestesia general: Se define como un estado de pérdida de conocimiento con
anulación de la sensación dolorosa en todo el cuerpo, inducida por fármacos y
recuperable tras la suspensión de los mismos. Este estado reversible
proporciona analgesia, relajación muscular y sedación. Existe pérdida completa
del conocimiento, no susceptible a despertar. Hay pérdida parcial o (con mayor
frecuencia) completa de los reflejos. Para su estudio se divide en cuatro
etapas:
Inducción: Inicia con la administración de un fármaco inductor,
éstos también se pueden utilizar para el mantenimiento. Los dos grupos que se
utilizan para inducción son los anestésicos inhalados y anestésicos intravenosos
éstos acompañados de un relajante muscular.
Excitación: En esta fase de la anestesia el paciente delira y es
sensible a estímulos externos, observándose actividad muscular involuntaria.
Mantenimiento (plano
quirúrgico u operatorio): En esta fase el paciente se
encuentra relajado, sin conciencia del dolor y fisiológicamente estable. La
respiración es regular y automática. Si en esta fase se lleva la anestesia a
niveles más profundos puede producirse paro cardiorrespiratorio.
Despertar y vigilancia post-anestésica:
En esta fase el paciente debe despertar con
suficiente fuerza, se retira el tubo endotraqueal, se debe tener en cuenta que
si el nivel de conciencia es bajo puede producirse depresión respiratoria.
Anestesia local o de conducción:
La aplicación de la anestesia local actúa
anulando la sensibilidad dolorosa de una zona determinada, ya sea sobre un solo
nervio, un grupo de nervios o sobre las terminaciones nerviosas superficiales.
Técnicas de aplicación
Infiltración local: Durante este procedimiento se inyecta dentro de los
tejidos en los que el cirujano realizará la incisión, la cual puede llevarse a
planos profundos, siempre y cuando el procedimiento no sea extenso. Se debe
tener en cuenta que las altas concentraciones de los anestésicos locales son
tóxicos. En ocasiones se utiliza con epinefrina (combinada), cuando el área a
anestesiar es muy vascularizada, por el efecto vasoconstrictor.
Bloqueo nervioso: En esta técnica se inyecta un anestésico local en el
nervio o grupo de nervios, en su interior y en torno de él, con el propósito de
producir anestesia. Es común que se utilice en cirugía de mano y en
tratamientos de neuralgias (del trigémino).
Anestesia
epidural: En la técnica epidural el anestésico se
introduce en el espacio peridural de la médula espinal bloqueando las raíces
nerviosas. Este tipo de anestesia se aplica preferentemente en intervenciones
quirúrgicas obstétricas y algunas cirugías abdominales, y para mantener la
analgesia en el post-operatorio.
Anestesia
caudal: La anestesia caudal es una forma de
anestesia epidural, se realiza en el conducto caudal, sobre el sacro, se
utiliza en intervenciones obstétricas y procedimientos realizados en periné.
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