DELIRIO
Estado de confusión, inicia de esta manera pero progresa
a la desorientación. Es una complicación peligrosa en la vida del anciano
hospitalizado y es más frecuente, afecta
entre el 15 y 33 % en ancianos en posoperatorio y en cuidados intensivos
de 70 a 87%.
Presenta un nivel alterado de conciencia o actividad excesiva,
también pueden haber alucinaciones, delirios, miedo, ansiedad y paranoia. Los
pacientes pueden estar hiperalertas o hiperactivos y estos necesitan más
atención del personal de enfermería y los hipoalertas o hipoactivos tienden
hacer menos problemáticos.
El reconocimiento del delirio puede ser complicado en
pacientes con el tipo de transtorno mixtos, el delirio tipo hipoalerta y
hipoactivo tiene una tasa de mortalidad muy alta ya que el delirio tiende
a pasar desapercibido y no recibe
tratamiento
La
evaluación clínica atenta es esencial debido a que algunas veces el delirio se
malinterpreta como demencia; en la tabla
12-4 se comparan los dos padecimientos. Es inútil conocer el estado mental
habitual del paciente y reconocer si los cambios observados son de largo plazo
(que quizá signifique demencia) o de inicio súbito (que es más indicativo de
delirio).
El
delirio es consecuencia de diversas causas, como enfermedad física, toxicidad
por medicamentos o alcohol, deshidratación, impactación fecal, desnutrición,
infección, traumatismo cefálico, carencia de estímulos y privación o sobrecarga
sensorial. Los adultos mayores son en particular vulnerables a la confusión
aguda debido a su menor reserva biológica y al gran número de medicamentos que
ingieren. El personal de enfermería debe reconocer las implicaciones de los
síntomas agudos de delirio y reportarlos de inmediato. El delirio se considera
una urgencia media debido al inicio agudo e inesperado de sus síntomas y el
desconocimiento de la causa subyacente. Si no se reconoce y la causa subyacente
no de trata, puede haber daño cerebral irreversible o muerte.
La
estrategia más eficaz es la prevención, que puede lograrse en 30 a 40% de los
casos (Inuoye, 2006). Esta incluye actividades terapéuticas para: alteración
cognitiva, movilización temprana, control de dolor, reducción del uso de
fármacos psicoactivos, prevención de la privación del sueño, mejora de los
métodos de comunicación (en particular, uso de lentes y dispositivos auditivos
ara las alteraciones de la visión y audición), mantenimiento de las
concentraciones de oxígeno y del
equilibrio hídrico y electrolítico, y prevención de las complicaciones
quirúrgicas (Vanca, Webb, Marceaux, et al., 2008).
TABLA 2.4 DIFERENCIA
ENTRE DEMENCIA Y DELIRIO
RESUMEN
DE DIFERENCIAS ENTRE DEMENCIA Y DELIRIO
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ENFERMEDAD
DE ALZHEIMER EA
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DEMENCIA
VASCULAR (MULTIINFARTOS)
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DELIRIO
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Factores de riesgo
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Frecuencia
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Inicio
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Edad de inicio (años)
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Genero
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Evolución
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Inicio agudo
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Duración
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Progresión de los síntomas
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Estado de animo
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Habla/lenguaje
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Signos físicos
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Temprana: sin déficit motores
Media: apraxia /70%) ( no puede llevar a
cabo los movimientos que se propone)
Tardía: disactria ( alteración del
lenguaje)
Etapa terminal: perdida de toda la
actividad voluntaria; signos neurológicos positivos
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Orientación
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Memoria
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personalidad
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Estado funcional, actividades cotidianas
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Actividad psicomotora
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Ciclo alerta-sueño
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Una
vez que se presenta el delirio, el tratamiento de la causa subyacente es muy
importante. Las intervenciones terapéuticas varían según la causa. El delirio
incrementa el riesgo de caídas; por lo tanto, es esencial atender la seguridad
del paciente y los problemas conductuales. Debido a que a menudo se presentan
interacciones medicamentosas negativas y toxicidad, hay que suspender los
medicamentos que no son indispensables. Es necesario supervisar y vigilar la
ingesta nutricional y de líquidos. El ambiente debe ser silencioso y tranquilo.
Para incrementar la función y la comodidad, el personal de enfermería debe
proporcionar estímulos ambientales y alentar a los miembros de la familia y los
amigos para que toquen y hablen con el paciente. Las evaluaciones del estado
mental que utilizan el estado cognitivo previo como una línea de base son de
utilidad para valorar las respuestas al tratamiento y en la admisión a un
hospital o a una institución de cuidados. Si el problema subyacente es tratado
de manera adecuada, el paciente suele regresar a su estado natural después de
varios días. La sección «Recursos», al final del capítulo, incluye diversos
materiales específicos para atender esta alteración.
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