Anatomía y fisiología de las vías urinarias


Anatomía y fisiología de las vías urinarias
El aparato urinario incluye a los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. La orina se forma en el riñón y fluye a través de las otras estructuras para eliminarse del cuerpo.

Riñones
http://adf.ly/1UWTHVLos riñones son un par de estructuras con forma de haba, de color pardo rojizo, localizados en el retroperitoneo (detrás y fuera de la cavidad peritoneal) sobre la pared posterior del abdomen, de la 12 va vértebra torácica a la 3a vértebra lumbar en el adulto.
El riñón promedio del adulto pesa alrededor de 113 a 170 g y mide de 10 a 12 cm de longitud, 6 cm de ancho y 2,5 cm de grosor. El riñón derecho está ubicado en un nivel ligeramente más bajo que el izquierdo por la presencia del hígado. En la parte alta de cada riñón yace una glándula suprarrenal. Los riñones y las glándulas suprarrenales tienen funciones, riego sanguíneo e inervación independientes.
La médula, que tiene casi 5 cm de ancho, es la porción interna del riñón. Ésta contiene las asas de Henle.
La corteza tiene casi 1cm de ancho, está localizada en la ubicación más alejada del centro del riñón y alrededor de sus bordes externos. Contiene las nefronas (unidades funcionales renales).
Riego sanguíneo de los riñones
El hilio es la porción cóncava del riñón a través de la cual ingresa la arteria renal y salen los uréteres y la vena renal. Los riñones reciben 20 a 25% del gasto cardíaco total, lo que significa que toda la sangre del cuerpo circula a través de los riñones casi 12 veces por hora.

Nefronas
Cada riñón tiene 1 millón de nefronas localizadas dentro del parénquima y están encargadas de la formación inicial de la orina. Si el número total de nefronas funcionantes es menor de 20 % de lo normal es necesario considerar el tratamiento de reposición renal.
Hay dos tipos de nefronas: las corticales, que constituyen 80 a 85% del número total, se localizan en la parte más externa de la corteza y las yuxtamedulares, que forman 15 a 20 % restante y se localizan en una ubicación más profunda en la corteza. Las nefronas yuxtamedulares se distinguen por las largas asas de Henle.
Uréteres
La orina formada en las nefronas fluye hacia la pelvis renal y después a los uréteres, que son tubos fibromusculares largos que conectan a cada riñón con la vejiga. Esos tubos estrechos, cada uno de 24 a 30 cm d longitud, se originan en la porción inferior de la pelvis renal y terminan en el trígono de la pared vesical.
El uréter izquierdo es un poco más corto que el derecho. El revestimiento de los uréteres está formado por un epitelio de células transicionales llamado urotelio que evita la reabsorción de la orina.
Vejiga
La vejiga es un órgano muscular hueco localizado apenas detrás del pubis. La capacidad de la vejiga se caracteriza por su cavidad hueca central con dos entradas (los uréteres) y una salida (la uretra). La zona que rodea al cuello vesical se llama unión ureterovesical.
Uretra
La uretra nace en la base de la vejiga: en el varón pasa a través del pene; en la mujer se abre apenas por delante de la vagina. En el varón la próstata, que yace apenas detrás del cuello vesical, rodea a la uretra en su parte posterior y lateral.


Función de los riñones y las vías urinarias
Formación de orina.
El cuerpo humano saludable está constituido por casi el 70 % de agua. El equilibrio hídrico es regulado por los riñones y da lugar a la formación de orina. La orina se forma en la nefrona a partir de un proceso complejo de tres pasos: filtración glomerular, reabsorción tubular y secreción tubular.
Filtración glomerular
El riego sanguíneo normal a través de los riñones es de casi de 1200 ml/min. Conforme la sangre fluye al interior de los glomérulos desde una arteria aferente, ocurre la filtración. El líquido filtrado, también conocido como filtrado o ultrafiltrado, ingresa después a los túbulos renales.
Reabsorción y secreción tubulares
El segundo y tercer pasos de la formación de orina ocurren en los túbulos renales. En la reabsorción tubular una sustancia pasa desde el filtrado de regreso a los capilares peritubulares o vasos rectos. De los 180 L de filtrado que los riñones producen a diario, 99% se reabsorbe hacia la corriente sanguínea, lo que da por resultado la formación de 1 a 2 L de orina.
Hormona antidiurética
La hormona antidiurética (ADH), también conocida como vasopresina, es una hormona secretada por la hipófisis posterior en respuesta a los cambios en la osmolalidad de la sangre. La ADH actúa entonces en el riñón, al aumentar la reabsorción de agua y así retornar la osmolalidad de la sangre a la concentración normal. Con una ingestión excesiva de agua se suprime la secreción de ADH  por la hipófisis; por lo tanto, menos agua es reabsorbida por el túbulo renal.
Regulación de la excreción de agua
La regulación de la cantidad de agua excretada es una función importante del riñón. Con una ingestión abundante de líquidos se excreta un gran volumen de orina diluida. Por el contrario, con una ingestión baja de líquidos se excreta un pequeño volumen de orina concentrada.
Es importante considerar todos los líquidos que entran y salen cuando se valora el estado hídrico total. Las mediciones diarias de peso son un medio confiable para determinar el estado global de los líquidos. Medio kilogramo equivale a cerca de 500 ml, por lo que un cambio de peso tan pequeño como 500g puede sugerir un aumento o una pérdida de 500 ml de líquidos en total.
Regulación del equilibrio acido básico
El pH del suero normal es de casi 7.35 a 7.45 y debe mantenerse dentro de este estrecho rango para un funcionamiento fisiológico normal. El riñón realiza dos funciones principales para ayudar a este equilibrio. La primera es reabsorber y regresar a la circulación corporal cualquier bicarbonato del filtrado urinario; la segunda es excretar ácidos en la orina. Una persona con función renal normal excreta casi 70 mEq de ácidos al día.
Autorregulación de la presión arterial
La regulación de la presión arterial es una función importante del riñón. Vasos especializados en los riñones, llamados vasos rectos, vigilan de manera constante la presión arterial conforme la sangre inicia su paso hacia el riñón.
Depuración renal
Por depuración renal se hace referencia a la capacidad del riñón de eliminar solutos del plasma. La recolección de orina de 24h es la principal prueba de depuración renal usada para determinar qué tan bien realiza el riñón esta importante función excretora.
Síntesis de vitamina D
Los riñones también se encargan de la conversión final de la vitamina D inactiva en su forma activa. La vitamina D es necesaria para mantener el equilibrio normal del calcio en el cuerpo.
Secreción de prostaglandinas
Los riñones también producen prostaglandina E y prostaciclina, que tienen efecto vasodilatador y son importantes para mantener el riego sanguíneo renal.

Excreción de productos de desecho
Los riñones eliminan los productos de desechos metabólicos. El principal producto de desecho del metabolismo de las proteínas es la urea, de la que se producen y se excretan casi 25 a 30 g diarios. Otros productos de desecho del metabolismo que deben excretarse son la creatinina, los fosfatos y los sulfatos. El ácido úrico, formado como producto de desecho del metabolismo de las purinas, también se elimina en la orina. Los riñones sirven como mecanismo primario de excreción de los metabolitos de los fármacos.
Almacenamiento de la Orina.
La vejiga es el reservorio de la orina. Tanto su llenado como su vaciamiento son mediados por mecanismos de control coordinados por los sistemas nerviosos simpático y parasimpático, que involucran al músculo detruspr y la salida vesical.
Vaciamiento vesical
La micción se suele presentar casi ocho veces en un período de 24h. Se activa a través del arco reflejo de la micción, dentro de los sistemas nerviosos simpático y parasimpático.
Cualquier obstrucción de la salida vesical, como en la hiperplasia protática benigna (HPB) avanzada, produce una elevada presión miccional. Las presiones miccionales altas hacen más difícil iniciar el flujo de orina y mantenerlo.

Regulación de la eliminación de líquidos


     La eliminación de líquido se produce a través de cuatro órganos que pierden agua: Los riñones, la piel, los pulmones y el tracto gastrointestinal. 
·         Los riñones: Son los principales órganos reguladores del equilibrio líquido. Reciben aproximadamente 180L de plasma para filtrar por día y producen de 1200 a 1500 ml de orina 
·         La pérdida de agua por la piel está regulada por el sistema nervioso simpático que activa las glándulas sudoríparas. La pérdida de agua por la piel puede ser sensible o insensible Un promedio de 500 a 600 ml de líquido en forma sensible o insensible por día por la piel. La pérdida insensible de agua es continua y la persona no la percibe; puede aumentar significativamente con la fiebre o las quemaduras. 
·         Los pulmones espiran alrededor de 400 ml de agua por día. Esta pérdida insensible de agua puede aumentar en respuesta a cambios en la frecuencia y profundidad respiratorias. 
·         El tracto Gastrointestinal (GI) desempeña un papel vital en la regulación del líquido. Aproximadamente de 3 a 6 L de líquido isotónico son trasladados al tracto Gl. En condiciones normales el adulto pierde en promedio solo de 100 a 200 ml por las heces. Sin embargo, en presencia de un proceso patológico, por ejemplo diarrea, el tracto Gl puede convertirse en un lugar de gran pérdida de líquido.

Variaciones de la función Urinaria:
·         RN, lactantes, preescolares y escolares.
·         Embarazadas.
·         Mujeres en los años intermedios.
·         Adultos mayores.
Factores que alteran la función urinaria:
Factores normales:
·         Ingestión y pérdida de líquidos.
·         Diferencias individuales tanto anatómicas como fisiológicas.
·         Cambios en el patrón de la micción.
·         Alimentación.
·         Factores emocionales.
Factores que alteran la función urinaria:
Factores anormales:
·         Infecciones
·         Alteración del Sistema circulatorio (Normalmente se filtran 170 l de sangre en un día) .
·         Obstrucción de las vías urinarias.
·         Problemas congénitos.
·         Problemas hormonales.
·         Traumatismos.
·         Afecciones neurológicas.

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